Otro regalo de una amiga del trabajo. (Gracias Encarni). Era uno de sus muñequitos de la infancia, poco a poco se fue deshaciendo de ellos y le quedaba éste y cree que en el pueblo algunas Nancys pero no sabe ni donde están. Como sabe lo que valoro yo los muñequitos y que a éste ni lo conocía me lo trajo un día por sorpresa. Si a mi me a gustado no os cuento a mi peque... me lo quitó el mismo día que llegó a casa y lo usa para dormir. Hace unos días me llevé el disgusto de ver que había perdido su naricilla roja y no la encontrábamos por ninguna parte. Apareció al final en el fondo de una bolsa de basura de una papelera que revisé antes de tirar ... por si acaso. Lo tiraría mi hija mayor sin darse cuenta de lo que era, menos mal. Por cierto, es un muñeco musical, lleva un mecanismo bajo la flor de la barriguita, cada pétalo tiene un sonido diferente. A mi me resulta muy cuco.
2 comentarios:
Pero qué monísimo es!!
A mi también me han gustado mucho siempre los payasitos, sobre todo hay uno que me encanta y nunca tuve, que es Lucho de Jesmar, no sé si lo conocerás. Es precioso, tiene un colorido increíble, la verdad me gustaría encontrarlo aún día.
Saludos!!!!
Es lindísimo y superdulce, menos mal que su dueña sabe que contigo está en buenas manos y no ha ido a parar a la basura.
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